Por: Roberto Reyes (Trastienda musical)
Cuando una canción pide a gritos utilizar una palabra con un
significado preciso, y no existe, Athanai no vacila en crearla. Así
sucedió con el vocablo «guarrillero», que le da nombre a una de las
piezas que integran Creando milicia, el más reciente álbum grabado por el cantautor cubano.
Athanai es cantante, compositor, guitarrista, productor musical y arreglista. Foto: Diablo.es
"Salgo a la calle como cada día, / enfrentándome a la vida, buscando
una salida. / Rompo las reglas, rompo las cadenas. / No miro hacia
abajo, me importa tó un carajo. / Pongo boca abajo a las instituciones. /
No somos sus cerdos ni somos sus peones. / Ni centro derecha, ni centro
de izquierda. / Somos guarrilleros, no jodas con tu mierda", así
describe Athanai en su canto a un «guarrillero».
El autor de Séptimo cielo, Muros de mar y Fantasmas,
piezas que fueron muy populares en la radio cubana de los 90', sigue
siendo un rebelde. Solo que ahora la desobediencia y el ímpetu pasan por
el tamiz de la madurez y las vivencias acumuladas.
Athanai Castro Gómez, o simplemente Athanai, además de cantante y
compositor, es guitarrista, productor musical y arreglista. En su obra
se perciben las huellas del funk y el guaguancó, el heavy metal y el pop, la timba cubana y el grunge, el rap y la trova.
Un universo sonoro tan variopinto es el reflejo del entorno musical
que tuvo el cantor en su juventud. Y es también, sin dudas, el reflejo
de su mundo interior, su personalidad, sus sueños.
Cuando Trastienda musical le preguntó a Athanai si
podía entrevistarlo, el cantautor respondió: "Claro que sí compadre". Y,
sin proponérselo, de este modo mostró su estatura como ser humano.
En Cuba, en los 90', fuiste un músico muy
seguido por quienes gustábamos de la música alternativa. ¿Cómo recuerdas
esa etapa de tu carrera?
"Esta etapa de mi carrera la recuerdo justamente con mucha nostalgia y
cariño. No sé si por la edad que tenía entonces, donde las cosas se
viven con esa intensidad infinita o porque estaba en mi tierra, rodeado
de mis seres queridos, amigos y de la gente de Cuba con su mágica manera
de arropar".
¿Cuáles fueron las circunstancias que te permitieron llegar a España y grabar en esa nación tu primer álbum titulado Séptimo Cielo?
"Las circunstancias fueron que ninguna de las compañías que existían
en la isla en ese momento se interesaron a fondo por mi música. Desde
principio de los noventa busqué quienes quisieran grabar mis canciones,
pero excepto a la radio, a nadie pareció interesarle en ese entonces.
Estuve en contacto con todas las disqueras, incluso produje el primer
disco de rap de Cuba (Primera Base Igual que Tú
1997) para No problem Records, un sello de la compañía Caribe
Productions, que no me ofreció un contrato, pero sí mostró mucho interés
desde el principio.
"Por esa época conocí a unos cuantos productores extranjeros interesados en la nueva música cubana.
"Los mexicanos del grupo Kerigma, ofrecieron contratos para viajar y grabar en el DF a David Torrens, a algunos de los hoy llamados Habana Abierta, y a mí. Sólo cumplieron el contrato de David, que tuvo la suerte de iniciar su carrera discográfica en ese instante.
"Seguí buscando y más tarde la experiencia se repite casi exacta con
Rachel Faro y Sammy Figueroa, productores estadounidenses, pues a pesar
de grabar una maqueta disco, mi proyecto pasó a estar otra vez en
segundo plano. Sampling fue en ese momento la opción prioritaria para la compañía que debía editar mi albúm.
"En el año 96, Luis Alberto García a espaldas mías, le da al actor
español Nancho Novo, con el que rodaba una película en Cuba, un cassette
con mis canciones para que me ayudara a encontrar disquera. Al poco
tiempo, Nancho que también canta y había firmado con NO MORE DISCOS,
entregó en la compañía mi material para que lo escucharan. A su dueño
Miguel Bosé le gustó y en nada contactó conmigo, negoció y en 1997 nació
Séptimo Cielo".
Una vez radicado en la península ibérica, ¿hasta qué punto el mercado de la música te obligó a hacer concesiones en tu obra?
"Por ese lado he tenido mucha suerte. Es posible que mi lejanía o
divorcio con la industria discográfica esté marcado por no dar mi brazo a
torcer en cuanto a la creación en general, pero en el fondo no creo que
sea por eso.
"A Séptimo Cielo se le respetaron sus arreglos tal y como
los concebí en Cuba. No hubo ninguna imposición creativo-comercial por
parte de la compañía, incluso siendo de mis tres discos el único que se
ha co-editado con una multinacional (Warner) en 1997.
"A Castro le gusta el Rock nace a los 6 años del primero. Es
un disco auto-producido y que licencié a Fundación Autor en 2003. Se
fabricó tal y como lo concebí.
"Y Creando Milicia que al igual que ocurre entre los dos
primeros, nace a los 6 años del segundo, es mi obra mas libre, pues para
ella tuve que crear mi propia Editorial, mi propio sello, ATHANAI
MUSIC, y hasta la fabricación y el diseño gráfico corrieron por mi
parte.
"En resumen, no me siento atado para crear. Creo como siento y soy
muy feliz de hacerlo como quiero. También pago un precio muy alto por
este privilegio".
¿Cuánta experiencia te aportaron los diversos
trabajos que realizaste junto a artistas como Rosario Flores y Vikingo
MD, o agrupaciones como Ofunkillo, Palkeli y Cusha?
"La vida es un continuo aprendizaje. Yo pienso que una cosa te
prepara y te lleva a la otra, y que además están interconectadas para
nuestro propio fin. La interacción con otros artistas y grupos musicales
además de grandes experiencias a nivel humano, me ha permitido ir
completando y perfeccionando mi formación.
"Cuando compuse y grabé el disco de Rosario Flores, perfeccioné mucho
la producción musical, el oficio del estudio, de cómo grabar y concebir
los arreglos, las mezclas de timbre, los colores y sus brillos. Mil
pequeños detalles que sólo se aprenden estando muchas horas frente a una
mesa de sonido, trasteando los equipos, los amplificadores.
"Ofunkillo fue una experiencia parecida pero
diferente. Pude ver y estar de cerca dentro de su proceso creativo,
contrastando mi modo de trabajar con el de ellos, colaborando en la
creación de letras y melodías y posteriormente cuando colaboré en la
gira pude aprender mucho de Andreas Lutz su cantante, un super showman, capaz de hacer cosas increíbles e inigualables en el escenario.
"Colaborar con Palkeli y Cusha fue
como una tesis Doctoral pero de puesta en escena, de actuación en
directo, pues fueron bandas formadas en el periodo de separación de Ofunkillo
que interpretaban básicamente el mismo repertorio y de las cuales fui
vocalista. Con ellas, pude perfeccionar mucho más mi actitud en el
escenario, ganarle confianza al directo, poner en práctica todo lo
aprendido en años anteriores pues hicimos bastantes conciertos por toda
la geografía española.
"Todo lo vivido es y será parte de nosotros por siempre, por eso
pienso que ahora estoy más preparado que nunca antes para cualquier
proyecto".
En 2004 publicas tu segundo disco, titulado A Castro le gusta el rock. ¿Por qué tanto tiempo entre un fonograma y otro? ¿Qué tienen en común tus dos primeros discos y qué los diferencia?
"Después de Séptimo Cielo NO MORE DISCO estaba obligada a
grabarme cinco discos en los próximos cinco años y nunca cumplió el
contrato. Me tuvieron cinco años abusando de su poder, sin darme la
libertad contractual para poder grabar con otra compañía. En ese periodo
afloraron sellos interesados en mí, y hasta Sony Music me hizo una
oferta, pero como la libertad llegó años más tarde, para entonces el
interés había menguado.
"Entre tanto yo no paré de crear y grabar en casa. Así que para entonces ya tenía listo A Castro le gusta el Rock, mi segundo album, que editó Fundación Autor en 2004.
"Pienso que los dos discos tienen en común la manera de hacer, que es
inherente, una sonoridad roquera con pinceladas de autor que va desde
un pop grungero mezclado con rap y sonoridades típicas de la isla a un sonido mas contundente y mejorado.
"Y de diferente creo que las temáticas a tratar, pues el primero era
un disco más adolescente concebido en Cuba en un medio nada parecido a
donde nace el segundo. Creo que se diferencian en que el primero habla
de cosas vividas en una isla tropical con un sistema social diferente al
del segundo, que habla de lo vivido en un país capitalista continental
con una escala de valores nada parecida".
En 2012 sale a la luz Creando milicia,
tu tercer álbum. Es una obra redonda, sin fisuras, y cuesta creer que
la hayas realizado de modo independiente. ¿Cómo lo lograste?
"Fue la necesidad. La necesidad de expresión, de libertad, de
desahogo, de no renunciar a lo que más amo aún cuando las disqueras y
los medios te dan la espalda. Lo logré otra vez gracias a seis años de
trabajo intenso e insistente, a horas y horas intentándolo una y otra
vez en el estudio hasta que sonara como lo soñaba. Imaginándolo
continuamente ya terminado. Y al final creando mi propio sello para
poderlo editar y fabricar".
¿Por qué un álbum independiente en un mundo dominado, al menos en apariencia, por poderosas casas discográficas?
"El mundo de la música ha cambiado mucho desde el año 2000 con el uso de Internet.
"Hasta hace poco era difícil pensar que uno mismo pudiera vender su
música en portales como iTunes, Spotyfi, Amazon, sin estar firmado con
un sello o compañía discográfica que se encargara de ese trabajo y mucho
menos poder uno mismo fabricar sus propios discos. Pero los tiempos y
sus leyes cambian. Ahora, gracias a la degradación de la omnipotente
industria discográfica, las sociedades de gestiones autorales (no sé si
debido a un bajón en sus ingresos) permiten que uno pueda llevar a cabo
las anteriores acciones. Imagino que como los artistas se mueren de asco
esperando que las compañías los contraten y al mismo tiempo las
compañías no sacan nada nuevo ni interesante viniéndose abajo entre
pocas ventas y piratería, esta opción les viene redonda a las sociedades
de gestión de derechos, pues así todos los autores de su lista de
socios que antes no generaban nada o muy poco debido a la indiferencia
de la industria, ahora pueden editar su propia música, e ir generando
dinero que al final acabará en sus arcas y estas pequeñas sumas juntas,
pueden llegar, y me arriesgo a afirmarlo, a sumar cantidades más
elevadas que las de un solo artista que genere millones.
"Yo, asqueado también de esperar, vi en esta opción la solución a mi
problema. Es verdad que a nivel promocional una compañía ayuda mucho,
pero ahora con Internet y sus redes sociales, podemos promocionar poco a
poco nuestros discos y casi el total del valor del mismo es para
nosotros. Se acabó el intermediario que inflaba su valor y nos daba tan
poco. ¿No vendo?, ok. ¿Vendo un poco?, está bien, ese poquito ahora es
para mí completamente. Pero lo más importante venda o no venda, por
encima de todas las cosas, es que no dependo de nadie para que mi obra
exista".
¿Qué músicos colaboraron contigo en la grabación de este disco?
"Este disco está hecho por mí con las colaboraciones desinteresadas de algunos de mis amigos.
"A la guitarra eléctrica está Dayán Abad, mi hermano del alma que
grabó la totalidad de mis dos discos anteriores y es uno de los
guitarristas más completos que conozco. (Track 1 y 4).
"También a la guitarra eléctrica está Tato James Monrabal quien
estuvo muy cerca en el proceso de creación de este tercer trabajo e hizo
grandes aportaciones. (Track 2, 9 y 10).
"Macho Kooper estuvo increíble a la batería. Es la primera vez que
trabajamos juntos, pero hicimos un perfecto binomio. (Todos los Track
menos el 5).
"Jose Vallekas colaboró al bajo en la versión en directo de Séptimo Cielo.
Juntos compartimos muchos conciertos entre 2006 y 2008 poniendo a
prueba las canciones que luego se incluirían en el álbum. (Track 12).
"Gladys Nidia Silot enriqueció mágicamente el disco con su personal
manera de tocar el violín. Ella fue la primera amiga con quién compartí
escenario en mis principios. Actuábamos en las peñas de La Habana de
finales de los 80. (Track 9 y 11).
"Alfredo Chacón se lució integrando las percusiones. En este disco tocó los tambores batá. (Track 9).
"Y por último fue un lujo tener a Robertico Carcacés al piano aportando al disco lo que yo defino como timba-metal.
"Para todos ellos, aprovecho una vez más, miles de gracias".
En Creando milicia se percibe equilibrio entre letra y música. ¿Te propusiste lograrlo o salió de modo inconsciente?
"Yo vengo de la nueva trova y en ese ámbito es muy importante que
haya equilibrio entre esos dos elementos de una canción, que son la
letra y la música. Nunca he soportado dar una canción por terminada
teniendo coja la parte del texto. Creo, a mi entender, que somos
comunicadores y por ello es una gran responsabilidad contar bien lo que
se siente o quiere expresar. Una canción entretiene, divierte, relaja,
provoca mil cosas, pero sobre todo educa. Solamente la censura me ataca
en esta parte del proceso creativo, porque el nivel de exigencia que me
aplico, cada vez es mas alto.
"Si lo vemos como me lo preguntas, tengo que contestarte que las dos
cosas, porque hace tanto que uso esta regla que actualmente ocurre de
modo inconsciente".
Creando milicia es una obra roquera por todos lados. ¿Qué queda, entonces, del Athanai llamado "blanco rapero"?
"Bueno, Athanai realmente nunca fue un rapero en su
totalidad como sentencia la canción. En mí convergen muchos estilos de
música que se mezclan con bastante fluidez. Ya te dije en la pregunta
anterior que comencé como trovador. En mi búsqueda musical no he temido
hacer house music, trova con máquina de ritmo, rock alternativo con una banda, mezclar el rap con la trova, el rap con la salsa, el rap con el rock y en ese mezclar me di cuenta que no era tan malo rapeando. La canción Séptimo Cielo
que en su estribillo anuncia a los cuatro vientos que soy un blanco
rapero, es en sí misma una mezcla y yo la ubico en el llamado rap-metal.
Sucede que la compuse, no para hacerme representante de un estilo o
naciente movimiento de rap de la Cuba de entonces, sino para, haciendo
alusión a un género de música negra, decirle nunca mejor dicho, a una
mujer negra, que yo la amaba por encima del color de su piel, de los
prejuicios de la sociedad y por encima de todo.
"Pienso que el blanco rapero sigue estando en mis discos, sólo que aparece cuando las canciones tienen un poco de rap-metal. Algún día haré un disco de puro hip hop".
¿En tus conciertos es posible disfrutar de un
Athanai diferente al que encontramos en los discos o intentas mostrarte
tal como te escuchamos en las grabaciones?
"Yo tengo dos tipos de puesta en escena: Una es con banda y respeto
al máximo lo propuesto en los discos logrando al 99 por ciento su
sonoridad contundente y la otra es en acústico, casi siempre en
solitario, donde se ve a un Athanai trovador pero haciendo una trova
atípica. Este segundo tipo de concierto me muestra más al desnudo, pero
cuidado, porque en él, como tengo disímiles influencias, puedo hacerte
percibir la presencia del grunge, de la nueva trova, del pop, del funk, del rap, del reggae y hasta del son.
"Ahora estoy preparando un nuevo disco bastante lejano a la sonoridad
de los tres anteriores. Se podrá escuchar a un Athanai más tierno,
pasional, menos agresivo. Estará lleno de baladas antiguas y nuevas que
no he incluido en ninguno de los trabajos anteriores porque
estéticamente rompían con sus sonoridades".
¿Qué mensaje les envías a quienes disfrutan de tu música en las emisoras de Cuba?
"Primeramente quiero darte las gracias Roberto por acordarte de mí y hacerme esta excelente entrevista.
"Es difícil estar presente en los medios de la isla si uno no está a
menudo por ella, pero estoy feliz de volver al caimán aunque sea de este
modo.
"Quisiera decirle al público que me escucha, que estoy deseoso de ir a
Cuba a cantar para ellos, que estoy deseoso de editar este tercer
trabajo allí para que puedan tenerlo y disfrutarlo y espero que todo
ocurra lo antes posible.
"Un beso grande para toda la nación. Los quiero".
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